lunes, 30 de abril de 2018

CS2018 — Etapa 2 (Camino de Pontedeume)



¡Hola peregrin@s! Esta noche os escribimos desde la preciosa localidad de Pontedeume, final de esta segunda etapa del Camino Inglés que hemos recorrido hoy. Han sido 16 kilómetros de etapa que comenzamos con sol, seguimos con un diluvio y terminamos con sol otra vez. Aquí tenéis el relato del día...

Comienza la jornada...

Como es habitual, las ocho menos cuarto es nuestra hora para despertarnos. Lo primero que suelo hacer al levantarme por la mañana es asomarme por la ventana mientras nos vamos turnando para usar los baños.

Nuestra pensión se halla en la carretera general y el ruido de los camiones siempre contribuye a que estemos despiertos desde antes de que suenen los despertadores. Hemos oído también el paso de algunos peregrinos. Hoy el día amanece fresco, con alguna nube pero, de momento, sin amenaza de lluvia... al menos a corto plazo.

Tras pasar por los baños, toca ponerse los ungüentos habituales del peregrino, que tanto nos protegen de ampollas y rozaduras, vestirse adecuadamente y bajarse a desayunar a la cafetería, donde nos encontraremos con la peregrina Isabel, que hoy ha disfrutado de una habitación individual para ella sola, a salvo de nuestros ronquidos... y sobre todo, de los de Serrucho man...

...Y la etapa

Tras desayunar café con tostadas y zumo en la pensión, arrancamos la etapa de hoy. Son las 9.30 horas y tenemos 16 km por delante. Con un poco de suerte llegaremos a Pontedeume para comer allí.

Estos primeros minutos de la etapa los dedicamos a disfrutar del precioso entorno donde hemos pernoctado hoy: las vistas de Narón frente a nosotros, el río Grande y el puente con la cascada en la que ayer no se fijaron ni Juanma ni Isabel... Y el mojón que anuncia que quedan ya menos de 100 km hasta Santiago.

Tras acercarnos un momento a la administración de lotería que hay frente a la pensión, iniciamos la etapa...



Neda con sol

Siguiendo un caminito que va paralelo a la carretera, en pocos minutos alcanzamos el centro del pueblo de Neda, que ayer no llegamos a visitar. El día luce esplendoroso.

En Neda nos encontramos con dos iglesias, una a cada lado del río Belelle: la de Santa María, del siglo XVIII, y la de San Nicolás, donde están tocando a muerto, y a cuya entrada se encuentra uno de los cruceiros más antiguos de Galicia junto al de Melide. La primera de las iglesias estaba cerrada, pero no así la segunda, donde pusimos en la credencial nuestro primer sello de la etapa.

Para llegar a esta última iglesia recorrimos una calle de trazado medieval, con viviendas porticadas de los siglos XVII y XVIII, y en la que también destaca la presencia de la Casa Consistorial y, adosada a ella, la Torre del Reloj.




A la salida del pueblo se inician unas duras rampas desde las que divisamos unas vistas espectaculares de la ría de Ferrol y de los municipios de Narón y Neda. Frente a nosotros tenemos prácticamente el recorrido que hicimos ayer, en la otra orilla, en la que llegamos a identificar en la lontananza el Mosteiro do Couto. Nos despedimos aquí del concello de Neda. Damos la bienvenida al de Fene.





Fene y el diluvio

Tras las rampas de subida viene un terreno en descenso por pistas vecinales, de unos 2 kilómetros, que nos lleva directos a la localidad de Fene. A lo largo de este tramo el cielo se va oscureciendo y es cuestión de tiempo que nos caiga el primer chaparrón de la jornada.

Por suerte esto sucede justo al mediodía, cuando estábamos entrando en el pueblo. Así que corremos a refugiarnos en una cafetería a la vez que aprovechamos para tomarnos unos cafés y estampar en nuestras credenciales el segundo sello del día. Estamos en el kilómetro 6 de etapa; nos faltan 10.

A la media hora reanudamos la marcha, ya apenas sin lluvia o con lluvia intermitente, aunque no terminamos de fiarnos y seguimos con los ponchos puestos. Poco a poco va quedando atrás la localidad de Fene que ha sido un visto y no visto.



Adiós, ría de Ferrol

Seguimos avanzando, por caminos que discurren por el monte y ya hace rato que hemos perdido de vista el mar. Prácticamente desde Fene. Queda atrás la ría de Ferrol. Tampoco hay noticias de otros peregrinos; de hecho, caminamos solos con la compañía de vacas y caracoles...

Es la una de la tarde y nos deben de quedar unos 7 kilómetros para acabar la etapa.



Hola, ría de Ares

Y seguimos avanzando, cruzando lugares con pequeñas aldeas y tierras de labor. Nos vamos acercando poco a poco a una nueva ría, la de Ares y, por momentos, se adivina la presencia de Pontedeume a lo lejos aunque el día está algo brumoso.

Notamos que el plan de ruta que llevamos en nuestros cuadernitos no coincide plenamente con lo que nos estamos encontrando. La Xunta está modificando el recorrido del Camino Inglés en algunos tramos de modo que las referencias que tenemos en cuanto a lugares y distancias no son del todo exactas.

Una de las escenas del día fue el encuentro con el caballo del Águila Roja que estaba apaciblemente tumbado en un prado. ¡Qué preciosidad de animal!

La cada vez mayor presencia de casas constituye, sin duda, un buen indicador de la cercanía de nuestro destino de hoy. Son las dos y media de la tarde... Se siente, se huele Pontedeume. ¿Llegaremos a tiempo para comer sin prisas?

En teoría, según la hoja de ruta, deberíamos estar a punto de encontrarnos con la playa de la Magdalena, por donde discurriría el camino según nuestros datos pero mucho nos tememos que este ha sido otro de los cambios que la Xunta ha hecho en el itinerario.

Poco después salimos de dudas, en efecto, el camino nos lleva al final de la playa, justo donde empieza el puente de 15 arcos sobre el río Eume. Ya tenemos delante de nosotros Pontedeume, pero sin playa, como Madrid jejeje...

Llegada a Pontedeume

A las tres de la tarde cruzamos el puente que da nombre a esta preciosa villa. Y justo al otro lado está nuestro hotel con lo que la etapa de hoy se da por finalizada aquí mismo. Nuestro plan es registrarnos en el hotel, dejar las cosas en la habitación triple de hoy y buscar rápidamente un sitio donde comer antes de que nos cierren las cocinas.

Y eso es lo que hicimos. Estuvimos comiendo en un mesón cercano y luego nos volvimos al hotel a disfrutar de una merecida siestecita en la habitación del hotel, con vistas a la ría. Por cierto, en el brindis durante la comida por la finalización de la etapa de hoy ocurrió un accidente cervecero en el que mi jarra de cerveza acabó mal parada... ¡Cachis!



Paseo por la tarde y cena

A las siete y media de la tarde nos dimos un paseo por esta bonita villa. Visitamos la iglesia de Santiago, en la parte alta de la ciudad, donde tuvimos tiempo de departir con el párroco, que nos regaló unas conchitas además de poner en nuestras credenciales el tercer sello de la jornada. Nos contó que esa iglesia era la más grande de la zona tras la concatedral de Ferrol: ¡cachis!, no la vimos cuando estuvimos por allí.

Y también nos habló de dos personajes: Fernando Pérez de Andrade, caballero del siglo XIV y señor de estas tierras, muy presente en los monumentos de la comarca (sobre todo, por la Torre de los Andrade, icónica de Pontedeume y que hoy es sede de la oficina de turismo), y Bartolomé de Rajoy, arzobispo de Santiago en el siglo XVIII y natural de Pontedeume, cuyo palacio es uno de los monumentos más destacados de la villa y que nos recomendó ver.
 


Tras comprar lotería dimos un paseo por las empinadas calles del pueblo observando todos sus monumentos, entre ellos los antes citados.

Aquí en Pontedeume ya era notoria la presencia de más peregrinos.

Luego nos metimos en un par de mesones para, primero, echarnos unas cañas, y después, meternos una buena cena. Y a las 23.15 horas, retirada y fin de la jornada no sin antes disfrutar de una última vista nocturna de Pontedeume desde su emblemático puente.

La etapa de mañana

Mañana nos espera una etapa también corta (21 km) pero algo más rompepiernas que las dos primeras. Pero sobre todo nos espera una de las poblaciones más bonitas de Galicia, Betanzos, con un importante patrimonio monumental. Y antes de llegar a ella, la zona de Miño (no confundir con el río), donde se concentran algunas de las playas gallegas más espectaculares. Pero ya sabéis, eso os lo contaremos... ¡mañana! ¡Buen Camino!


Videomontaje fotográfico de la etapa
(música de Bedrich Smetana "La Moldava")




domingo, 29 de abril de 2018

CS2018 — Etapa 1 (Camino de Neda)



¡Hola peregrin@s! Esta noche os escribimos desde el pueblecito de Neda, donde hemos concluido la primera etapa del Camino Inglés, 15 kilómetros a lo largo de la costa con inicio en Ferrol.

Ha sido una etapa cómoda, bonita (sobre todo por las espectaculares vistas de la ría de Ferrol) y solo entorpecida por varios aguaceros que nos han pillado en momentos puntuales. En el primero de ellos tuvimos que refugiarnos nada menos que... ¡en un tanatorio!

Bueno, os dejamos con el relato de lo que ha sido nuestro primer día del Camino Inglés...

¡A levantarse!

Son las 7.45 horas de la mañana y las alarmas de los móviles nos avisan de que hay que levantarse. ¡Qué gustazo dormir en un parador! Anoche, aprovechando el hilo musical de nuestra habitación triple puse un ratito el canal de música clásica que nos ayudó a quedarnos sopas...

En esta primera mañana del Camino, desde la ventana de la habitación vemos que el día se presenta muy nublado pero, de momento, sin lluvia.  Poco a poco vamos incorporándonos y retomando el viejo ritual de preparar mochilas, embadurnarnos con los mejunjes... En el caso de la peregrina Isabel con más prisa si cabe ya que a las ocho viene el servicio de Correos a recoger su mochila para llevársela a nuestro alojamiento en Neda.

A las nueve de la mañana, con un poco de retraso, abandonamos el parador (tras sellar por primera vez nuestras credenciales) para dirigirnos a la zona portuaria a desayunar. En unos minutos volveremos a pasar por aquí, pero esta vez ya como peregrinos haciendo su camino. Tampoco nos preocupa demasiado el retraso porque la etapa de hoy es corta y llana.



Quince minutos más tarde, ya en la zona portuaria, desayunamos en una cafetería próxima al lugar donde cenamos ayer, muy cerquita del mojón que marca el inicio del Camino.

Comienza el Camino Inglés

Por fin, pasadas las nueve y media de la mañana, comenzamos el Camino Inglés, en el lugar del puerto señalizado por el correspondiente monolito de piedra. Aquí empieza esta primera etapa, con 15 kilómetros bordeando la costa de la ría de Ferrol hasta Neda.

Estos primeros momentos del camino nos resultan muy familiares porque vamos recorriendo la zona ferrolana por donde nos movimos en el día de ayer.

Así las cosas, a los diez minutos de marcha estábamos nuevamente a la altura del Parador, pero esta vez como peregrinos, no como clientes. Nos detuvimos solo lo necesario para hacernos alguna foto y reaudamos la marcha por el centro de la ciudad.



Cruzando Ferrol

Los primeros kilómetros de camino discurren por un hermoso itinerario urbano que cruza Ferrol a través de calles, plazas y parques. Es de destacar la gran plaza donde se sitúa el ayuntamiento.

Poco a poco el camino se va alejando del centro urbano para dirigirse hacia las zonas portuarias donde se sitúan los espectaculares astilleros, con sus gigantescas grúas, y los cuarteles de la Armada. Las vistas de la ría son impresionantes. A un lado va quedando Ferrol y al otro se divisan, a lo lejos, las poblaciones de Narón, Neda y Fene.


Ya fuera de la zona urbana nos sorprende la presencia de una pequeña capilla junto al mar. Se trata de la capilla de Santa María de Caranza, lugar donde hacemos un alto. Son las 11.20 h y ya llevamos casi 5 km de camino.


Cambia el tiempo

Según vamos dejando atrás Ferrol vemos que el día se va oscureciendo. De hecho observamos que hay grandes nubes descargando agua sobre Ferrol y no tardarán mucho en alcanzarnos...

En efecto, a las 11.50 h nos toca ponernos los ponchos porque empieza a llover con fuerza. Buscamos un sitio donde refugiarnos y aprovechar para tomarnos algo a la espera de una mejoría del tiempo. Pero no lo encontramos hasta pasadas las doce... Y tuvo que ser en la cafetería de un tanatorio (donde pusimos en nuestras credenciales el sello más lúgubre de todos los caminos), ya que no había otra cosa.

Una vez reanudada la marcha, el camino sigue recorriendo parajes singulares muy cerquita de la costa, y también de las vías del tren, hasta llegar al Monasterio de San Martiño de Xubia también conocido como Mosteiro do Couto, del siglo XII. Este lugar es impresionante y aquí confluye el Camino Inglés con el camino que viene del santuario de San Andrés de Teixido, donde según la tradición gallega vai de morto quen non foi de vivo. Llevamos casi diez kilómetros de etapa, nos quedan poco más de cinco, y es la una y media de la tarde... Y de nuevo sin ponchos. El tiempo nos ha dado un respiro.





Final de la etapa

A lo largo de la etapa apenas si hemos coincidido con otros peregrinos. Realmente fue en estos últimos kilómetros cuando coincidimos con un grupito de peregrinas andaluzas que se dirigían hasta Pontedeume, nuestro final de etapa de mañana, o sea, 16 km más.

En esta parte final de la etapa el camino discurre por una zona donde hay varios molinos de agua. Para ver uno de ellos dimos un rodeo cruzando un pequeño brazo de agua. Y justo a la vuelta de ver este molino, regresa la lluvia. Otra vez a ponerse los ponchos.

Por fin, poco antes de las tres de la tarde, un gran paseo marítimo ajardinado nos conduce hasta Neda. Accedemos desde la limítrofe población de Narón, donde sobresalen las dos torres puntiagudas, como proyectiles, de su iglesia. Tras cruzar un pequeño puente sobre el río Grande del Xubia, entramos en Neda, y solo unos metros después, nuestro alojamiento: una sencilla pensión en la carretera principal que lleva al centro del pueblo, distante un kilómetro, y por donde pasaremos mañana. Son las tres y media de la tarde y acabamos de completar la primera etapa.

Como es tan tarde, encargamos en la cafetería de la pensión la comida para que nos la preparen mientras dejamos nuestras cosas en las habitaciones que, para variar, están en un tercer piso sin ascensor. Acabamos comiendo a las cinco de la tarde, eso sí, con unas vistas espectaculares de la ría (o más bien de la desembocadura del río Grande en la ría) con el pueblo de Narón justo enfrente. Y con Rafa Nadal en la tele ganando un nuevo Conde de Godó.





Tarde en Neda

La tarde en Neda fue tranquila por obligación. Afuera llovía, Juanma se quedó en la habitación echándose una buena siesta e Isabel y yo estuvimos en la cafetería jugando a las 4 en raya.

A las 7 bajó Juanma y, como dejó de llover, nos dimos una vuelta por los alrededores. El pueblo queda algo lejos (lo cruzaremos mañana), así que nos acercamos al Albergue de peregrinos que está a solo 100 metros. Antes de salir sellamos las credenciales en nuestra pensión y, un rato después, también en el albergue.

Junto al albergue había una pequeña zona de recreo, algo encharcada, con tirolina y columpios. Por un momento retornamos a nuestras más tiernas infancias... El mejor momento del día, sin duda... Y a las nueve y media regresamos a la pensión para cenar y recogernos en nuestras habitaciones. Así concluía nuestro primer día de camino...



La etapa de mañana

La etapa de mañana es similar a la de hoy pero con algo más de cuestas. Nos llevará a Pontedeume tras 16 kilómetros. Cambiaremos de ría: de la de Ferrol pasaremos a la ría de Ares. Promete ser otra etapa bonita con grandes paisajes. Y parece que el tiempo acompañará, pero eso, como siempre... ¡os lo contaremos mañana! ¡Buen Camino!


Videomontaje fotográfico de la etapa
(música de Justin Hayward / Moody Blues "Forever Autumn")



sábado, 28 de abril de 2018

CS2018 — Etapa 0 (Camino de Ferrol)


¡Hola peregrin@s! Esta noche os escribimos nada menos que desde el Parador de Ferrol, donde estamos alojados para dar comienzo mañana a una nueva edición del Camino de Santiago (el CS2018). En esta ocasión recorreremos el Camino Inglés: 122 km entre Ferrol y Santiago, distribuidos en seis etapas.

Hay quien hace este Camino comenzando en La Coruña pero nosotros hemos optado por hacerlo desde Ferrol, entre otras cosas porque en La Coruña no hay parador... jajaja. Este sitio está fenomenal y, además, como tengo la tarjeta de amigos de los paradores nos acaban de invitar a unos cafés hace un momento.

En esta edición del Camino Los 4 peregrinos seremos solo tres: Juanma, Isabel (que parece que le empieza a coger gustillo también a los recorridos jacobeos) y Miguel, o sea, el pesao que escribe el blog. A continuación os contamos cómo nos ha ido este primer dia...

Viaje en tren a Ferrol

A las 8.30 h hemos quedado en la madrileña estación de Atocha para coger un tren Alvia que debería salir hacia Ferrol media hora después. Y digo "debería" porque el tren salió con media hora de retraso... ¡Empezamos bien!

Tuvimos tiempo de desayunar en la propia estación y de recorrérnosla de arriba a abajo varias veces antes de partir. Por fin, poco antes de las diez de la mañana ya estábamos en ruta. Como es tradición, en cuanto nos sentamos en nuestros asientos del tren, repartí a cada peregrino su cuadernillo de viaje con itinerarios, alojamientos, etc. de este Camino... Y como no es menos tradición, aproveché la ocasión para recordarle a Juanma que ponga más cuidado para no perder su cuadernillo a las primeras de cambio, como suele ocurrirle todos los años... ¡jajajaja!


El tren hacia Ferrol pasa por Santiago y aquí se subió en él mi primo Fran, que trabaja en Renfe. ¡Menuda sorpresa! Otra sorpresa, pero esta menos agradable, nos la llevamos en la estación de La Coruña, por donde también pasa el tren: una avería nos mantuvo parados en esta estación tres cuartos de hora.


Así las cosas, y ya sin más contratiempos, a las cinco y diez (con más de una hora de retraso) el tren hizo su entrada en la estación de Ferrol.

Llegada al hotel

Nuestro alojamiento, el Parador de Turismo de Ferrol, está relativamente cerca de la estación. Pero como íbamos parándonos cada dos por tres para hacernos alguna foto, tardamos media hora en llegar.

La ciudad no se notaba especialmente animada a esta hora de la tarde: la gente estaría echándose la siesta, digo yo. A las cinco y media llegamos al parador, de estética militar naval, que está en una zona preciosa junto al muelle y en el mismo recorrido del Camino de Santiago. Así que mañana tendremos que pasar justo por aquí.

Juanma ha traído la película del Camino del año pasado (el de Finisterre, que Isabel no ha visto aún) junto con escenas de la primera etapa del primer Camino, la que acabó en Roncesvalles, con la idea de verla en la habitación del parador y recordar buenos momentos de hace 10 años... Pero antes queremos darnos una vuelta por la ciudad y tomarnos algo ya que apenas hemos comido unos bocatas en el tren.

Inspeccionando el terreno para mañana

La cercana zona del puerto parece la más animada y, además, en ella está señalizado el comienzo del Camino Inglés. Hay varios bares y en uno de ellos hacemos una pequeña parada técnica de avituallamiento.

Luego nos volvemos al hotel, donde Isabel concreta los detalles para que cada día Correos le recoja su mochila y se la lleve al alojamiento de destino de cada etapa. Juanma y yo seguiremos utilizando el método tradicional de portar cada mochila a las espaldas... ¡Uf!

Ya en la habitación del parador, a eso de las ocho de la tarde, Juanma nos puso el vídeo que comenté antes. ¡Qué recuerdos! Nuestra primera etapa, con final en Roncesvalles... El pueblecito francés de Saint Jean... Y qué jovencitos se nos veía a todos, con diez años menos. Isabel, que no nos conocía por entonces, se rió mucho viendo las imágenes. Cómo habéis cambiado algunos... —comentó.

Tras el visionado del vídeo cargamos, aún más si cabe, las pilas de espíritu jacobeo, y nos dispusimos a salir para buscar un lugar donde cenar. Tras dar varias vueltas por la zona del puerto, ningún sitio nos convenció más que la cervecería donde habíamos estado por la tarde. Aquí cayeron las primeras raciones gallegas del Camino Inglés 2018 con sus correspondientes cervezas y albariños. Al menos ahora sí que había más ambiente en la zona.



Pasadas las diez y media de la noche regresamos al parador donde nos esperaba una invitación como amigo de los paradores. Una infusión calentita antes de irse a dormir.

La etapa de mañana

Y así ha transcurrido esta jornada previa al inicio del Camino Inglés. Mañana, a las 8.45 horas toca diana. Iremos nuevamente a la zona del puerto, donde está el inicio del Camino, y desayunaremos por allí.

La etapa de mañana, la primera de este Camino, es la más corta y, probablemente, la más sencilla. Quince kilómetros llanos bordeando la línea de costa hasta el pueblo de Neda. En realidad se trata de ir a la costa que tenemos justo enfrente. Lo que nos da un poco de mala espina es el tiempo. Hoy hemos tenido un día soleado y bastante fresco, pero para mañana se esperan lluvias...

Pero eso os lo contaremos... ¡Mañana! De momento, abajo tenéis el habitual vídeo de la etapa 0 donde aparece el resumen fotográfico que os hacemos con imágenes de las etapas que están por venir, con música de Alan Parsons. ¡Buen Camino!

Videomontaje fotográfico del CS2018
(música de Alan Parsons Project "Sirius")



martes, 24 de abril de 2018

El Camino Inglés


¡Hola peregrin@s!

De nuevo nos encontramos a las puertas de un nuevo Camino... Tras realizar los Caminos Francés, Aragonés, Portugués y Primitivo, ahora toca... ¡el Camino Inglés!


Dentro de unos días nos vamos hacia Ferrol para iniciarlo. Será el próximo sábado, 28 de abril, cuando los peregrinos Juanma, Isabel y Miguel tomemos un tren que nos dejará en la ciudad ferrolana a primera hora de la tarde. Una vez allí nos esperarán seis etapas de caminata hasta llegar a Santiago el viernes de la semana siguiente, el 4 de mayo, tras un recorrido de 122 kilómetros.

Como es habitual, hemos dedicado varios fines de semana de los últimos meses para realizar varios entrenamientos por nuestras itinerarios habituales de la Dehesa de la Villa y de El Pardo. En esta peculiar temporada de invierno y primavera hemos tenido días tremendamente lluviosos, alguno con bastante frío y también un poquito de sol. Y, por supuesto, algún desayuno con torrijas. Y también hemos recibido, en El Pardo, la visita de los peregrinos Laura y Toñín, con sus peques; y, en la Dehesa, la de Tori y Olga.



El jueves 12 de abril, en una tarde completamente pasada por agua, quedamos los tres peregrinos de la edición jacobea de este año para recoger nuestras credenciales en la madrileña iglesia de Santiago y tomarnos unos suculentos bocatas de calamares en los aledaños de la Plaza Mayor. Tres días después, el domingo 15 de abril nos ejercitamos en nuestro último entrenamiento.

Este sábado quedaremos en la estación de Chamartín para coger a las nueve y cuarto el tren hacia Ferrol. Así comenzará una nueva edición del Camino. Además, para este año nos hemos permitido el capricho de que nuestro primer alojamiento jacobeo sea nada menos que el Parador de Ferrol, para preparar bien nuestro inicio de las caminatas al día siguiente. ¡Ya estamos superimpacientes por comenzar la marcha!

EL CAMINO INGLÉS 2018


Arriba podéis ver el perfil del CS2018 que, ya sabéis, se recorre de derecha a izquierda, en el sentido de la flechita. Aunque hay unas cuantas cuestas, la cota más alta es de poco más de 400 metros.

El plan previsto para este año es el siguiente:

El sábado 28 de abril viajamos en tren hacia Ferrol. Andaremos los seis días siguientes según este itinerario:

ETAPA 1. Domingo 29 de abril. Ferrol — Neda (15 km).

ETAPA 2. Lunes 30 de abril. Neda — Pontedeume (16 km).

ETAPA 3. Martes 1 de mayo. Pontedeume — Betanzos (21 km).

ETAPA 4. Miércoles 2 de mayo. Betanzos — Bruma (29 km).

ETAPA 5. Jueves 3 de mayo. Bruma — Sigüeiro (25 km).

ETAPA 6. Viernes 4 de mayo. Sigüeiro — Santiago (16 km).

Y el sábado 5 de mayo, por la tarde, regresamos a Madrid en tren.

¡Buen Camino!