jueves, 27 de abril de 2017

CS2017 — Etapa 0 (Camino a Compostela)



¡Hola peregrin@s! Ya estamos aquí en Santiago dispuestos a comenzar, mañana viernes, la primera etapa del Camino a Finisterre 2017.

En esta corta edición de solo 89 kilómetros repartidos en cuatro etapas, seremos tres los peregrinos: Isabel, Juanma y Miguel. Nos acompañarán en coche de apoyo Laura, Toñín y los peques José Antonio y Alejandro, que seguro que también se animan a andar en alguna etapa.

Hoy he llegado aquí con un pequeño disgusto: hace unos días se me averió el móvil, solicité con urgencia un móvil nuevo a mi compañía pero los muy merluzos me lo han hecho llegar a Madrid esta mañana, cuando ya me había marchado (y eso que se lo avisé); además, me han desactivado la tarjeta del móvil viejo (que aún conseguía utilizar). Ahora estoy incomunicado, con un móvil nuevo —pero sin poder utilizarlo— en Madrid y con mi móvil viejo sin tarjeta en Santiago, dedicándome a gorronear el móvil de los demás peregrinos ya que mi compañía es incapaz de reactivarme la tarjeta vieja. GRRRR!!!!

Bueno... volviendo al Camino en sí... pues el día cero de este año ha transcurrido como sigue...

Traslado a Santiago

El viaje de Madrid a Santiago lo hacemos con mi coche. A las 10 horas nos hemos citado en el barrio de Juanma. Con gran puntualidad nos hemos reunido con Isabel a la hora acordada y nos hemos puesto en marcha los tres. El coche de Laura y compañía saldrá por la tarde desde Madrid y llegará a Galicia por la noche.

Hoy hace un día soleado, con algo de fresco. La previsión es de tiempo fresco, tirando a frío, todos estos días, con ratos de lluvia pero también con momentos en que lucirá el sol. Veremos con qué nos encontramos...

El viaje a Galicia se nos ha hecho más que agradable. Mientras vamos en el coche, Juanma y yo hemos estado intentando animar a nuestra nueva compañera peregrina a que se apunte a más caminos... No sé si estará por la labor.

En particular, nos pica la curiosidad por el Camino Sanabrés, que comienza en Zamora y recorre las duras montañas de la comarca de la Sanabria y de Orense. Isabel es sanabresa, de modo que conoce bien la zona. Por eso sabe de la dureza de ese recorrido. No la hemos visto muy dispuesta, así que habrá que seguir insistiendo jejeje...

Cerca de las dos de la tarde hacemos una parada, ya en tierras orensanas, pero muy cerca del límite con la provincia de Zamora, para comer. Se trata de un lugar que nos ha recomendado Isabel, el restaurante El Cazador, frecuentado por camioneros, en el pueblo de Pereiro, cerca de La Gudiña. Nos pusimos morados, sobre todo de ternera cachena, característica por sus grandes cuernos.

A las cinco de la tarde ya estábamos haciendo nuestra entrada en Santiago y, media hora después, en nuestro hostal en esa ciudad, muy próximo al parque de la Alameda. El mismo hostal donde pernoctamos Juanma y yo el año pasado, al concluir el Camino Primitivo, y también el mismo donde estuvimos años atrás con Toñín en la última etapa del Camino Portugués.

Ya a nuestra llegada a Santiago es donde pude percatarme de que me había quedado sin móvil para todo el Camino por gentileza de los inútiles de mi compañía de teléfonos. Gracias, ¡inútiles!

Paseo por Santiago

El otro coche, conducido por Laura, salió de Madrid poco antes de las cuatro de la tarde, así que no esperábamos a nuestros queridos acompañantes hasta la noche. La soleada y fresca tarde la hemos pasado recorriendo la vieja ciudad compostelana: sus calles, su ambiente, el entorno de la catedral (con andamios). Nunca nos cansaremos de visitarla.

En un comercio típico del casco viejo, Isabel y yo nos compramos las conchas de peregrino, pues la mía se quedó en Madrid. Hubo tiempo también para visitar la Oficina del Peregrino, esta vez sin la cola del año pasado.

Pero el paseo más pausado lo hicimos por el parque de la Alameda de Santiago, donde contemplamos los patos y cisnes negros, el quiosco de la música, los árboles gigantescos del paseo de la Herradura, la estatua de Valle-Inclán... Por momentos se levantaba un viento fuerte, cada vez más frío, sobre todo según iba cayendo la tarde.



Cena en el Casco Viejo y agrupamiento de peregrinos

Continuamente recibíamos noticias del coche de Laura. Difícilmente llegarían antes de las once de la noche así que, a eso de las nueve, decidimos que era una buena hora para tomarnos algunas raciones en la vieja Compostela. Y eso hicimos. Además, en un sitio donde ya habíamos estado en años anteriores: regadas por unos buenos Ribeiros cayeron raciones de queso, mejillones, lacón, ... Y, por supuesto, no faltó la tarta de Santiago regada con abundante orujo... Según Isabel, más bien se trataba de una ración de orujo, con algo de tarta de Santiago...

Poco antes de las once de la noche nos volvemos al hostal, donde esperamos la llegada del resto de la expedición. A las once y cuarto de la noche llegó el coche con el resto de peregrinos que se alojarían en la habitación contigua a la nuestra. Los niños, más dormidos que despiertos...

Juanma e Isabel ya estaba con el pijama así que yo mismo les acompañé a Laura, Toñín y los peques a tomarse algo en uno de los pocos sitios que quedaban abiertos cercanos al hostal. La temperatura ha descendido notablemente y hace algo de rasca.

Poco antes de medianoche regresamos al hostal y nos citamos con Toñín para la mañana siguiente, a las 8.30 horas, para desayunar con los tres peregrinos caminantes de esta edición jacobea. Toñín tiene que acabar unas cosas del trabajo y le viene bien madrugar; le he dejado una llave de mi coche (la otra me la quedo yo), ya que él se encargará de moverlo hasta el final de etapa. Así los dos coches se moverán simultáneamente sin necesidad de ir y volver a buscarlos como en otros años. Al tener yo otra llave también podemos jugar con que, en alguna etapa, él me pueda dejar el coche en un lugar intermedio donde yo lo pueda coger.

Mañana, la primera etapa

Pues así ha transcurrido esta jornada de transición. Mañana empieza lo bueno. Y con peregrina nueva. Seguro que se le da muy bien el Camino. De momento, la etapa de mañana tiene 21 kilómetros hasta Negreira. Pero en su parte final está la cuesta del Mar de Ovellas (Mar de Ovejas), ya sabéis, una de esas cuestas que tiene nombre propio... La más gorda de esta edición del Camino. A ver qué tal se nos da...

Pero eso os lo contaremos... ¡Mañana! De momento, abajo tenéis el habitual vídeo de la etapa 0 donde aparece el resumen fotográfico que os hacemos con imágenes de las etapas que están por venir y música de Alan Parsons. ¡Buen Camino!


Videomontaje fotográfico del CS2017
(música de Alan Parsons Project "Sirius")


1 comentario:

Juanma dijo...

Jornada de transición para experimentar sensaciones ya vividas años atrás en Santiago y coger fuerzas de cara a la primera etapa.